Críticas de cine

Ver cine para hablar de cine


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domingo, 25 de diciembre de 2011

Santa Claus conquista a los marcianos.


Dura 81 minutos. Es de EE.UU y fue estrenada en 1964.
Por Antonio Fernández Munárriz.
En el recuerdo: Las películas de Ed Wood.
 Nicholas Webster dirigió esta comedia de aventuras con mucho colorido, bajo presupuesto y con ausencia del sentido del ridículo.
Los disfraces de los marcianos y los pobres escenarios generan carcajadas. El robot de cartón y papel de aluminio era la imagen del futuro para las mentes infantiles de comienzos de los 60.
Hay que calibrar esta película desde la perspectiva del relato por encima de los medios empleados. El tema extraterrestre era muy popular en la época y la idea de unos marcianos secuestrando a Papá Noel no resultaba descabellada para el público infantil.
El desenlace final es una muestra de unión entre niños de dos planetas diferentes: Concordia y tolerancia. Papá Noel es un símbolo de amor que traspasa culturas e incluso planetas, como es el relato de la película que nos ocupa. Un sentido abstracto del cariño unido a los juguetes. Papá Noel no pierde el encanto de lo sensible, incluso cuando es encañonado con una pistola marciana; aunque parezca un secador de pelo.
Portada del DVD.

Tiene una banda sonora magnífica que se impone a la película. Un gran tema pop con estribillo pegadizo que no deja indiferente a nadie.
Considerada una de las peores películas de todos los tiempos sobrevive gracias a su humor y al buen hacer de sus actores.
 Posee una estética que trata el tema científico y futurista desde una mirada infantil. Objetos pobres y de mala factura que hacen reír.
Como anécdota: La actriz y cantante Pia Zadora, tuvo su primer papel interpretando a una niña marciana ( llamada, “Girmar”) en esta película.

Para la navidad del 2011 ha sido la película elegida por el prestigioso Teatro Castro de San Francisco (EE.UU) para visionarla en su programación navideña.
A continuación el tráiler y el enlace de la canción principal de la película:


domingo, 18 de diciembre de 2011

Los amantes de la noche.

Cartel original de la película junto al cartel en castellano.

Dura 95 minutos. Fue estrenada en 1948 en los EE.UU. En España no llegó a estrenarse.
Por Antonio Fernández Munárriz.
El título en castellano procede del título puesto en Francia y traducido al castellano del francés. El título original es “They live by night”, más acorde al argumento de la película.
Fue la primera película de Nicholas Ray, que dirigió y escribió el guión basado en una novela que retrataba la dura vida en los años 30 como consecuencia de la crisis y depresión económica que atravesó EE.UU.
Ambientada en esa época nos recuerda a las historias de John Dillinger, Bonnie y Clyde; entre otros famosos delincuentes de la época. Un retrato del bandolerismo en ese país.
Nicholas Ray venía del teatro y de haber colaborado con los servicios de propaganda durante la II Guerra Mundial. Con este escaso bagaje consiguió un resultado excepcional con esta película.
Sin estrellas pero contando con la mejor interpretación de sus carreras, tanto de Cathy O´Donnell como de Farley Granger; articuló un mensaje dramático que podemos ver sus influencias a través del cine de Jean-Luc Godard. Nicholas Ray fue redescubierto y valorado en tiempos de la Nouvelle vague (Nueva ola) gracias a la crítica francesa y a la revista Cahiers du Cinema.
Los amantes de la noche” fue una película de bajo presupuesto que contó como novedad con la utilización de un helicóptero para rodar varias escenas. Algo inusual en este tipo de producciones.
Fue estrenada en 1948 pero la película fue terminada de rodar y montar dos años antes. La distribuidora la guardó durante dos años con la intención de disponer de un fondo de películas en reserva. En aquellos años, en las largas sesiones en los cines, se intercalaban cintas con distintos presupuestos, temas y duración para llenar la programación. Era común que los espectadores vieran más de una película cada vez que acudían a un cine.
Una historia de esperanza perdida.
La historia gira en torno a la huida de una prisión, enamoramiento y destino fatal de un delincuente juvenil y su banda.
La falta de esperanza y la ilusión de crear una familia, dejar la delincuencia e integrarse en la sociedad; se estrella contra la realidad: Persecución y un destino que no puede abandonar.
Una sociedad empobrecida que está sumida en una fuerte crisis económica da pocas alternativas para cambiar de vida.
Vemos en este retrato de la delincuencia las bases del desencanto de “Rebelde sin causa”, protagonizada por Natalie Wood y James Dean. Nicholas Ray refleja en su cine la transformación social. Testigo de los cambios en la sociedad.
La noche y la oscuridad están presentes en la cinta debido al dramatismo de las escenas y como recurso barato en las películas de bajo presupuesto.
La noche marca las huidas, accidentes y viajes. Un túnel oscuro en el que los protagonistas nunca llegan a ver la luz de su final.
Un drama amargo donde el odio y el mal vencen al amor.
La película fue visionada en la Filmoteca de Cantabria (el 7 de Diciembre) contando para la presentación y coloquio posterior con el crítico de cine, Miguel Marías.
Portada del DVD.




En el número 14-15 de Diciembre del 2011, la revista Shangrila dedica un cuidadoso y voluminoso estudio a Nicholas Ray. Para más información y poder adquirirlo, esta es su dirección:






domingo, 11 de diciembre de 2011

La Strada.


Dura 108 minutos. Es una película italiana de 1954.
Por Antonio Fernández Munárriz.
Su director es Federico Fellini. Consiguió un Oscar con esta película en 1957 y un León de Plata en el Festival de Venecia de 1954.
Protagonizada por Anthony Quinn y Giulietta Masina, esposa del director.
Anthony Quinn interpreta a Zampanó, un forzudo de circo que repite una y otra vez el mismo espectáculo. Circos pobres en un ambiente de miseria en la posguerra italiana.
Zampanó enviuda y compra a la hermana de su anterior compañera, Gelsomina. Desarraigo y vida dura que retrató el neorrealismo. Un momento de la historia de Italia donde se contó la vida desde la óptica de lo cotidiano. Un documental enriquecido con la ficción.
Zampanó (Anthony Quinn) es un bruto que no valora a la dulce e inocente Gelsomina (Giulietta Masina). Ella se convierte en su ayudante, aprende incluso a tocar música. Con la intensidad de la emoción Gelsomina descubre el mundo a través del deambular por la Italia rural. Frente a su pareja, Gelsomina es capaz de progresar.
El mar la recuerda a la pobre casa donde se crió. Un viejo motocarro ahora es su hogar. Frente a la vida en permanente aventura está presente el camino hacia el crimen y la locura.
Hay un componente moral. Es la clave de la ficción. El personaje del bruto (Zampanó) consigue, por fin, la conciencia al final de la cinta.
La crudeza de lo cotidiano.





lunes, 5 de diciembre de 2011

L´apollonide.


Es del 2011. Dura 122 minutos y es una película francesa.
Por Antonio Fernández Munárriz.
Su director es Bertrand Bonello. Su anterior trabajo fue “De la guerre” (2008), también toca el tema de la deriva sentimental: La búsqueda del placer, como en L´apollonide.
El título hace referencia a un famoso burdel parisino de finales del siglo XIX y principios del XX.
Retrata a la burguesía en una sociedad hipócrita. Un retrato coral en una película de época.
Un trabajo de investigación sobre el día a día en un lupanar de hace más de 100 años. Largas escenas sobre la vida de un prostíbulo para la clase alta. Desde el trato con los clientes hasta la higiene femenina está presente. Las desviaciones sexuales están retratadas con el comportamiento sadomasoquista que provoca una desfiguración del rostro, hecha con una navaja, a una de estas mujeres: Una sonrisa con dos enormes cicatrices.
Recluidas en una elegante casa son prisioneras del placer. Esclavas de la lujuria de los demás, llenas de deudas, que ven como única salida la resignación o el intento de contraer matrimonio con alguno de los clientes para huir de este gueto del sexo. Una visita fugaz al campo, todas juntas y vigiladas por la madame una vez a la semana, es todo su tiempo de asueto y diversión.
La particularidad de los actores que visitan el burdel está en que son cineastas franceses. Incluso el propio Bertrand Bonello aparece en una orgía decadente, junto a una mujer enana, como un cliente más.
La música actual que se intercala en bailes y en la ambientación del burdel es un anacronismo buscado que sorprende al espectador.
Hay referencias al caso Dreyfus. Un caso de antisemitismo dentro del ejército francés de la época y que fue todo un escándalo. Émile Zola escribió en un diario, en 1898, el artículo “Yo acuso” (denunciando públicamente este caso de antisemitismo) dirigido al Presidente de la República. El escritor tuvo que pasar un tiempo exiliado en Londres.
El director también es el autor del guión. Es una película sin mensaje y un retrato del fin de una época. Nos damos cuenta al final de la película.
Un relato con lirismo y metáforas: Lagrimas de esperma, lupanar y desnudez.
Es la imagen de la actualidad de lo inactual.
Estrenada en el Festival de Cannes y recientemente en España, en el Festival Internacional de Cine de Gijón. Casi al mismo tiempo que en la Filmoteca de Cantabria.